Un Extracto De Anahata


Por examinar el corazón espiritual podemos entender las razones por las limitaciones del concepto egocéntrico del “yo” que distorsiona el reflejo puro de consciencia infinita (“Hunab Ku” in Tantra Maya o lo que llaman “Shiva” o “Atman” en tantra de la india) en las mentes de los seres humanos. En el corazón espiritual o Vórtice Anahata existe el raíz de las problemas de la consciencia moderna dividida y fragmentada pero también la capacidad de compasión y unión con el verdadero “Yo-Testigo” adentro. Todas las expresiones de los llamados “vórtices” se equilibren por comprender el corazón espiritual, lo que los yogis llaman el Chakra Anahata. Yo prefiero usar la palabra “vórtice” en vez de “chakra.” El concepto tradicional del Chakra Anahata es un flor de loto con 12 pétalos. Cada “pétalo” es literalmente un vórtice energético girando afuera del vórtice mayor, o “lotus,” como muchos tornados pequeños que juntan para formar un vórtice gigante. Estos pétalos o vortices menores son conocidos como vrttis- vórtices de energía mental. Estos vrttis vibran todo el cuerpo y la mente y los califican para expresar estados particulares de pensamiento y emoción. Vrittis son la inteligencia fundamental detrás de nuestros pensamientos y sentimientos, la programación oculto de la vida cognitiva y emocional humano que vibran todo del sistema mente- cuerpo. Son los agentes cuanticas que vibran tras de nuestra fisiología. El Vórtice Anahata esta ubicada en el centro del pecho. Es sutil como los vórtices superiores con sus tendencias cognitivas mas finas, pero al mismo tiempo tiene cualidades grosos como los vórtices inferiores que expresan tendencias más instintivas e egocéntricas. Hasta antes del Vórtice Anahata, el ser humano no es sino un “embravecido paquete de deseo dentro de un animal moribundo”, en palabras de Yeats. Se mencionó previamente que el Vórtice Manipura le da al individuo la intimación del infinito a través de un deseo de expansión infinita; esta se encuentra aún lejos de la concepción pura del infinito, ya que su enfoque está dirigido al mundo físico. El Manipura, situado a la altura del ombligo, aún está gobernado por el hambre ontológica, acompañada de ambiciones, demandas e imposiciones sobre el mundo objetivo. Puede preguntarse el “cómo” y proceder luego a manipular y maniobrar el mundo exterior de acuerdo a sus deseos, pero carece de la conciencia auto-reflexiva para preguntarse el “por qué” o “para qué” en un sentido moral más profundo. El Vórtice Manipura se encuentra balanceado solamente cuando está bajo la guía del Anahata, más consciente y moral. Debe quedar muy claro para el lector que muchas de las enfermedades en nuestra pseudo-cultura materialista y capitalista son ocasionadas por la sobre activación y explotación del Vórtice Manipura. Anahata significa “no hacer daño” y, es en este plexo o nivel de la mente, donde las cualidades humanas verdaderamente racionales, auto-reflexivas, compasivas y críticas, comienzan a emerger. Este plexo situado en el centro del pecho, comúnmente es conocido como el “chakra del corazón”. Es un vórtice de energía donde el flujo direccional de la mente humana se expresa. Por debajo de este vórtice la mente se mueve hacia afuera, es decir, hacia la materia. De Anahata para arriba la mente se mueve hacia adentro, hacia el Espíritu puro, hacia la divinidad Shiva - Shakti (la conciencia infinita).

El Vórtice Anahata está asociado con el Vijinanamaya Kosa (mente intuitiva), estrato de la mente sutil conectado con la intuición y el factor aéreo. En Anahata, por medio de la mente intuitiva, no se encuentra asociado a la vibración de la forma, como es el caso del Manipura, sino que se asocia a la vibración del tacto o las impresiones. Cuando el Anahata funciona en su nivel más elevado y elemental, percibe las impresiones sutiles en la forma de ideas abstractas y sentimientos intuitivos que emanan de los objetos. Tiene la posibilidad de percibir una idea más profunda sobre la esencia del objeto (haya sido éste pensado o sentido), sea este un ser vivo o una forma inerte de la naturaleza. Las estructuras mentales o los arquetipos del plexo Manipura en el nivel creativo son las manifestaciones de las ideas originales sin forma que existen en el Vijinanamaya Kosa. De acuerdo a los antiguos filósofos griegos, tales como Platón y Sócrates, la mente intuitiva es el estado mental donde surgen las ideas en su más pura expresión. Aunque el Vórtice Manipura (3er chakra, “La Ciudad de las Joyas”) y el nivel mental creativa (Atimanasa Kosa) asociado a él están dotados de intelecto y creatividad, la mente se encuentra aún muy preocupada por las intensas e impulsivas propensiones que la mantienen dirigiéndose hacia fuera, es decir hacia lo sensorial, por lo tanto, no puede obtener un entendimiento profundo, racional e intuitivo del ser y del mundo. El Manipura busca la adquisición y gratificación personal, mientras que el Anahata busca la auto-realización. Debido a la ligereza relativa del factor aéreo asociado al Anahata, la mente es capaz de reflexionar y mirar a la forma desde una perspectiva más objetiva. Si asemejamos al Manipura al fuego, que ilumina pero también consume el mundo de la forma, el Anahata sería como una nube que flota tranquilamente sobre las multitudinarias formas de la naturaleza. El Anahata es solamente el comienzo de un desapego que nos lleva a la trascendencia del ser fenoménico y separado. El ego individual y la voluntad se encuentran aún presentes pero son mucho más auto reflexivos y mucho menos impulsivos que en el Manipura. Aquí, el ego y la voluntad se convierten en objetos de reflexión para el entendimiento (o mente discernidora). Es precisamente debido a que ahora hay un auto concepto abstracto, enraizado profundamente en el estrato psíquico intuitivo o Aham , donde este estado mental puede ser no solamente consciente de los deseos e impulsos de la mente subconsciente, sino que puede redirigir estas tendencias hacia otras más conscientes e inteligentes. Con esta capacidad de redirigir conscientemente las propensiones que encadenan a la mente a limitaciones psíquicas burdas, el ser se vuelve capaz de reflexionar sobre su propia naturaleza. Por lo tanto, en el Anahata existe una manifestación mucho mayor del “yo existo”. En lugar de que el ser se encuentre atado y definido por la inquieta e incesante actividad del ego o “yo hago”, el sentido del ser se convierte más en un testigo de la actividad del ego (aunque aún no completamente). El Aham está todavía atado a objetos en alguna medida, pero es lo suficientemente lúcido para darse cuenta que es independiente de toda objetividad. Este sentimiento profundo del “yo”, o conocimiento de la auto existencia, puede discernir qué tendencias llevan al ser hacia un estado interno de armonía y auto entendimiento, y cuáles lo llevan aún más a un estado de limitación psíquica y espiritual. En resumen, aquí nace un sentimiento profundo de la moral y la conciencia; uno mucho más profundo que el simple superego impuesto desde afuera en el Manipura.

En el Anahata comenzamos a ver las primeras manifestaciones del Dharma o movimiento psico- espiritual: el movimiento de la mente hacia el espíritu. El ser abstraído de los sentidos, junto con una voluntad más independiente, hace que el individuo pueda perseguir más libremente la vida interna y el significado de la existencia. Puede comprender el funcionamiento del Tao, u orden moral del universo, y de esta manera unificar la voluntad individual con la del cosmos. La mente comienza a entender que solamente a través de convertirse en una persona responsable, consciente y completa, puede haber un significado verdadero en la vida. Vivir la vida únicamente a través de los sentidos y pasiones es llevar una gran atadura la cual no te permite la satisfacción completa. Como se mencionó anteriormente, el Anahata es solamente el comienzo de la auto-trascendencia. Aquí se genera el sentimiento abstracto del “yo”, independiente de toda objetividad; pero esta “identidad” se encuentra aún mediada y adherida a conceptos psíquicos que definen su naturaleza, aunque éstos son mucho más sutiles. En esta etapa aún no hay una expresión pura e indiferenciada del “yo” eterno que no necesita de referencias ni mediaciones de ningún tipo, ni de conceptos del ego, o Aham. Aunque hay un alto grado del sentimiento del “yo” puro, la mente aún utiliza conceptos (auto-conceptos) para referirse a objetos a los que aún está apegada (memorias, historia personal, auto-narrativa, características de su auto-definición, cualidades intelectuales, emotivas, etc.). Puede decirse que el Vórtice Anahata es el enfoque de la mente en el “yo soy”. El Aham ya no necesariamente trata de consentirse en su ser limitado, sino que busca su origen en el sentimiento del “yo existo” del Mahat. El problema viene cuando esta fascinación con la naturaleza de la propia conciencia es proyectada en el propio ego finito. Entonces, toda la energía de crecimiento y auto descubrimiento se torna en una forma de egoísmo. Como resultado, surgen la vanidad, el narcisismo, el egoísmo y la hipocresía. La mitad de los doce vrttis del Anahata son positivos, promueven el crecimiento. La otra mitad son negativos, o a lo mucho neutrales; son tendencias auto defensivas que buscan justificar al ego y perpetuar sus fronteras, en lugar de expandirlo y refinarlo. Aún existe un sentimiento limitado del ser, con potencial para discernir entre vicio y virtud. Aún queda la barrera del ser y no ser por superar, aunque no está tan marcada como en el Svadhistana y el Manipura. La armonía, el balance y la proporción son elementos clave que constituye el Anahata, para poder determinar aquello que es apropiado e inapropiado para el crecimiento espiritual. En el Anahata parece que hay dos hexágonos. En realidad, hay uno. Ellos parecen diferentes porque uno se mueve hacia la derecha o por centrifugación, y el otro se mueve hacia la izquierda o centrípeta. Aquí podemos ver el fundamental yin-yang o interacción centrífuga-centrípeta del universo funcionando dentro de la mente humana. Estos son los 12 puntos en los que los equilibrios y desequilibrios de la conciencia humana puede expresarse de una manera refinada. Cuando hay equilibrio perfecto y no hay escape a través de cualquier vórtice o vrtti en los 12 vértices, Shiva (Hunab Ku) siempre entra en la mente humana a través del corazón espiritual con su fuerza neutral de la conciencia o citishakti. Citishakti es la Conciencia que controla Shakti, la energía creativa, porque esta energía creativa divina tiene su esencia en Shiva, o Conciencia. Shiva y Shakti son como el fuego y su capacidad para quemar; que estén completamente y eternamente inseparables. Toda la creación en este

universo se debe a la actividad de Shakti y la base consciente de Shiva que silenciosamente testiga del juego de la creación y, al mismo tiempo que ofrecen su ser como la esencia sobre la que Shakti puede crear. El lado derecho de este plexo manifiesta la energia solar o centrífuga de Shakti. El lado izquierdo de este plexo expresa la energia lunar o centrípeta de Shakti. La fuerza centrífuga bajo el control de la entidad atestiguadora de Shiva se convierte en el Hijo, la expresión creativa primordial de la Conciencia Suprema dentro del medio humano, personal. Es por esta razón que los sabios védicos meditaron en el lado derecho del corazón espiritual, el nexo de donde el super-personal Atman “toca” el ser humano y ser personal. El lado izquierdo es la Madre de Dios, la shakti centrípeta que siempre trae las expresiones del Hijo (el flujo creativo de la energia centrifugal) de nuevo a la fuerza neutral de la conciencia de Shiva. La fuerza centrípeta nunca deja que la fuerza centrífuga se pierda por completo en la expresión de multiplicidad y siempre lo trae de vuelta al centro. Juntos, en equilibrio, estas fuerzas binarias de creación manifiesta en el ser humano en el grado que existe un equilibrio en los 12 vórtices o vrttis en los 12 vértices de los dos hexágonos. Cuando hay menos duplicidad, arrogancia, vanidad y el egoísmo (vrttis negativo), y más amor, el discernimiento y la fe (vrttis positivos), entonces el proceso de la unificación de la conciencia microcósmica a la Conciencia Macrocósmica de Shiva está en marcha. Es aquí, en el corazón espiritual de Anahata que la divinidad sin nombre puede evolucionar un nombre por sí mismo, para nosotros, en cada uno de nosotros.


### La Dinamica De "Ka" Y "Kha" con La Esperanza y La Preocupación

Los vrttis o vórtices de la mente microcósmica son sonidos sutiles que resultan de la tensión de los movimientos mentales internos y externos. Son esfuerzos evolutivos para guiar y dirigir el microcosmos en su marcha hacia la unión con el Macrocósmos a través del yoga. Estos sonidos son sutiles, ya que son las vibraciones creadas a partir de las tensiones en el psíquico, el reino inmaterial. Ellos se escuchan a través de una profunda concentración. Según el tantra, son las 50 vibraciones mentales fundamentales de la mente humana, que cuando se les vocaliza audiblemente forman el alfabeto sánscrito. Estos sonidos vocales son ideas causales y no manifestadas de la Mente Macrocósmica. Ellos están más allá del tiempo y del espacio. Los sonidos consonantes son efectos de la Mente Causal que controlan la manifestación de las tendencias más tangibles de la mente microcósmica. Por esta razón en la meditación tántrica es muy importante meditar con mantras que combinan estos sonidos fundamentales con mucha consciencia.

El sonido “ka” es el primer sonido en el 12 pétalos de loto del anahata vórtice. “Ka” es la primera consonante de salir de la matriz causal de sonido o logos, de Shiva. Este sonido hace vibrar la gran idea de la esperanza, que todo lo creado proviene de la bienaventura. En el nivel anahata de la conciencia somos tan conscientes de nosotros mismos y de nuestro mundo. Es importante que nuestras vidas sean significativos y útiles y que se mueven en una dirección espiritual. Verdadera esperanza es el conocimiento práctico de “Yo soy Eso”. El eterno “I-Witness”, el Yo-Testigo o Atman, sostiene y guía cada uno de mis movimientos . Es conocimiento que todo lo que venga en mi camino, viene de Shiva. Finalmente, este movimiento puro de “ka” se debilita y se distorsiona, a continuación, ponemos nuestra esperanza en cuestiones relativas, en nuestro pequeño ego, en la religión, la política, o algo. Esperanza se divide por la preocupación, por el temor de que nuestra estructura de realidad significativa no perdurará. Preocupación es la segunda vrtti del Vórtice Anahata y siempre contrarrestara la esperanza hasta que la esperanza se perfecciona en una confianza pura en el Atman. Juntos, estos dos vrttis representan la dualidad fundamental de la consciencia moderna. Esperanza es “ka” , y la preocupación es “kha”. El sonido lunar, centrípeta, e introvertido fundamental de “ha” desciende a “ka”, haciéndose “kha”. El movimiento mental perdido que se ha disipado en falsas esperanzas es llevado de nuevo al centro con la adición de “ha” con “ka”. “Ha” tiene la capacidad por sí misma para poner cualquier movimiento errante microcósmica en equilibrio de nuevo . “Ha” controla el movimiento interno, centrípeta de la mente. “Ha” es un aspirante, justamente entre vocales finales y los primeros consonantes y por eso funcione como medidor por el visible y el invisible, el causal y el efecto manifestado. Los siguientes vrttis que continúan desarrollándose reflejan este movimiento doble de una consonante externamente en movimiento junto con el movimiento interno de “ha” para equilibrar el movimiento de esa consonante cuando se debilita.

La Esperanza

La función de la mente microcósmica es ser el medio entre la identidad interna y la externa, sea esta física, psíquica o espiritual. El Manipura, con sus apetitos y apego ciego, intenta que los objetos deseados se conviertan en realidad. Con las cualidades del Anahata, previamente descritas, uno espera encontrar un vrtti que ayude a convertir el deseo o impulso en una realidad más discernida y menos impulsiva. La esperanza es la creencia interna de que aquello que uno verdadera y profundamente necesita, va a manifestarse en la realidad. A través de la esperanza más pura no se da la manipulación de la voluntad para hacer suceder algún acontecimiento; más bien el ser confía en el poder de la fe para materializar dicho anhelo. Por tanto, el medio de actividad de este vrtti (así como de otros en el Anahata) no son los órganos motores ni sensoriales, ni la imposición de la voluntad, sino la eminencia del pensamiento intuitivo. Desde luego, los deseos de la gente frecuentemente son triviales y egoístas, debido a la reciente incorporación de los vrttis del Manipura al Anahata. La propensión de la esperanza, potencialmente tiene la sublime función de dar al ser un sentimiento interior de “saber”, sin necesidad de ninguna evidencia empírica o sensorial. Cuando el Anahata es purificado tiene la capacidad de entender el significado e ideal de la forma en su sentido más profundo. Cuando existe un corazón puro, uno puede intuir el significado subyacente de una situación determinada. Aquí, el propio pensamiento elevado, puede apreciar las sutiles intenciones cósmicas de la Mente Macrocósmica, sus pensamientos que constantemente se convierten en nuestra realidad. Un sentido interno de certidumbre se genera a partir de este conocimiento, junto con la creencia de que el bien prevalecerá de alguna manera, aún cuando existan limitaciones de la voluntad personal que traten de forzarlo. El poder de la fe o esperanza es una de las capacidades más profundas de la mente humana. La razón por la cual la fe ha sido tan considerada como una gran virtud por todas las así llamadas “religiones principales”, es porque coloca al poder de la voluntad dentro de una fuerza más grande que el ego individual y su sensación de autoría de la acción. Con esto, ayuda a llegar a la comprensión de que la voluntad cósmica es suprema, e incrementa aún más la fe en la benevolencia del orden moral cósmico. Esta certidumbre intuitiva inspira al ser a trascender la confusión y la ansiedad incesante de una entidad separada de la divinidad Shiva-Shakti, el Ser Supremo.

La Preocupación

La esperanza le permite a uno tener la convicción de que el propio bienestar está a cargo de la Mente Macrocósmica. Por lo tanto uno es aliviado de la carga perpetua de un ser limitado, temeroso, siempre ansioso y luchando por asegurar su identidad, coaccionando y moldeando el mundo objetivo a su voluntad con el fin de reafirmarla; la preocupación hace exactamente lo contrario. Cuando uno está preocupado o excesivamente inquieto por algún acontecimiento o problema interno, es porque hay una falta de fe o esperanza en que las cosas saldrán bien. Uno cree que las presiones externas o las deficiencias internas son los factores causales que regulan la vida, en lugar de que sea un orden oculto e inteligente. Es por esta preocupación sobre la preponderancia de las circunstancias externas y la falta de confianza y fuerza interior, que un ego tambaleante puede recurrir a sus métodos habituales de reafirmación. En lugar de confiar en el Dharma o Tao para resolver las circunstancias, el ego separado y preocupado regresa a utilizar su propia y aislada voluntad a través de los mecanismos más burdos del intelecto y los órganos motores. En lugar de que el ego confíe en la guía del “yo” eterno, o su conciencia, utiliza su propia mente objetiva (Chitta) para intentar cumplir su propósito. Aquí, el fulcro se ha cambiado hacia el polo negativo. Las presiones y tensiones externas de una conciencia más compleja no están siendo dirigidas hacia la propia inteligencia superior, por lo que los mecanismos sutiles (esperanza, discernimiento o juicio racional) no están siendo utilizados para lidiar con las situaciones estresantes. En lugar de esto, el ego se apoya en sus patrones anteriores de comportamiento para enfrentar las luchas más complejas, propias de una conciencia superior. Aquí tenemos una discordancia, ya que una mente, aun cuando sea capaz de funcionar a través de un pensamiento abstracto y profundo, utiliza estas capacidades únicamente para pensar en las dificultades, mientras que usa solamente sus habilidades inferiores para pensar en las posibles soluciones. Dicho paradigma representa exactamente el conflicto de la etapa actual de evolución humana. La conciencia de la masa se encuentra desarrollándose entre los niveles del Manipura y el Anahata. Aunque existe un alto grado de esta recién descubierta auto conciencia e inteligencia racional, ésta aún no entiende su verdadero significado (así como el de los otros), ni cómo aplicar este conocimiento en el mundo. ¿De qué otra manera puede explicarse cómo una humanidad inteligente y relativamente civilizada utiliza su astucia y conocimiento tecnológico para explotar despiadadamente la naturaleza, la economía y para hacer guerras por petróleo? El salto a la conciencia del Anahata constituye ciertamente una gracia salvadora para la humanidad, sin embargo, si esta nueva conciencia no incorpora e integra las estructuras mentales previas (del Manipura y el Svadhistana), surgirán problemas mentales como el egoísmo, la represión y la duplicidad. Lo anterior será un tema común en el Vórtice Anahata : si uno utiliza su inteligencia superior para continuar desarrollándose psicológica y espiritualmente, o si esa inteligencia simplemente se convierte en una herramienta para exacerbar, explotar y perpetuar los vrttis impulsivos del Manipura (ambición, apego ciego, sadismo, etc.)



Un Extracto De Anahata