La vida humana siempre es en juego entre los complejos de la inferioridad y la superioridad. Hacemos tantos errores basados en tales complejos, dominando a los demás o sometiéndose a la dominación de otros. Pero un día tenemos que despertar, tener la confianza verdadera y ser más auténticos sin los juegos de la inferioridad ni la superioridad, sin dañar a otros y a nosotros mismos.

Cuando uno puede ver a su propio mente sin prejuicios ni distorsiones positivos ni negativos uno comience a ver todo su mundo sin distorsiones propios también. Uno deja de tener opiniones sobre las características de otras personas y puede ver realmente cómo son sus mentes con sus pensamientos y emociones pasados y presentes. Todo que la mente despierta ve son las dinámicas de acciones y reacciones de las mentes. Las acciones anteriores han construido una realidad en el presente y las acciones del presente creará una realidad para el futuro. No importa si uno muere en deuda de acciones anteriores porque siguen con la mente y el alma y buscan renacer en el cuerpo humano para pagar esas deudas en otra encarnación. Todo que uno trae de herencia genética y las condiciones del ambiente de su nacimiento han sido un resultado de sus acciones anteriores, escogido por uno. Nadie es víctima de una casualidad arbitraria. El macrocosmos consciente no juega a los dados como los humanos hacen. Algunos dicen que el alma siempre escoge sus encarnaciones en el fase entre la muerte y el renacimiento. Creo que es eso y también lo que el macrocosmos consciente nos da justamente por equilibrar nuestras acciones anteriores, si lo queremos y aceptamos o no. Todos que estén encarnados en la tierra tenemos deudas con el universo y serán pagados por nosotros mismos. Al final nadie escapa la ley de compensación, de la acción y la reacción, o karma y samskara.

Un yogi una vez dijo que el poder del espíritu es tan real que si uno es mordido por una serpiente venenosa pero con firme determinación dice “No estoy envenenado”, entonces uno no se enfermará. Solo porque algo es difícil de entender para las masas no lo hace falso. Este yogi entendió las leyes superiores pero la humanidad vive en la ignorancia materialista y determinista. El descubrimiento de leyes psico espirituales superiores hace que muchos determinantes físicos sean vacíos y vaporosos, y hace nuestra ciencia superficial y nuestra medicina moderna tan cruda. He visto tantas veces cómo las llamadas enfermedades incurables como el cáncer y el SIDA han sido erradicadas por un cambio radical y espiritual de conciencia. Las personas obtuvieron un poco de comprensión espiritual y vertical de su enfermedad y entendieron las razones más profundas y se curaron. Quizás pocos puedan comprender esto, pero eso no lo hace falso.

El mundo físico es un producto del espíritu. Creamos realidades basadas en nuestras proyecciones mentales limitadas y estas proyecciones siempre se rebotan como nuestras reacciones kármicas y tal frustración solo sirve para fortalecer estas barreras cognitivas. Seguimos creyendo que estas proyecciones personales y colectivas son absolutas hasta que un gran choque despierte nuestro espíritu y amplíe nuestras proyecciones mentales. No digo que los virus, las enfermedades mortales o los venenos no sean reales, solo que existen en un plano más crudo de la realidad. Cambia la mente y cambia el cuerpo. Cambia la mente y cambia el mundo.

La clave para un sistema inmune fuerte es una mente fuerte. ¿Qué es la inmunidad sino la capacidad del organismo para distinguir entre lo que soy y lo que no soy yo? En el nivel mental, esta distinción de uno mismo y no uno mismo corresponde al discernimiento moral. Uno sabe quién es y cuáles son sus límites personales. La mayoría de las personas están confundidas acerca de tales preguntas y simplemente dejan que otros decidan qué es lo mejor para ellas. Ponen demasiada fe en sus pastores, sus médicos o sus autores favoritos o incluso actores. Una mente fuerte y perspicaz con discernimiento conoce los laberintos internos de la mente, las debilidades y trampas del yo y, por lo tanto, el autoengaño es más difícil. Tanta confusión mental debido a la auto-ignorancia crea un estado de tensión y estrés constantes y el sistema inmunológico físico también se debilita por esta falta de discernimiento.

La biopsicología no es una ciencia abstracta e intelectual para el yogi tántrico. Es una ciencia intuitiva basada en la experiencia directa. Uno entra en el Vórtice Anahata o Chakra del Corazón y se convierte en uno con el corazón del universo. Desde este centro se conecta con el Factor Aéreo, las vibraciones sutiles de prana que irradian a través del universo entero. Toda mente humana es un portal potencial para esta conexión si solo los deseos de la mente se purifican de la mente estrecha y el egoísmo. Cuando la mente vibra con amor universal y unión espiritual, hay un cálido resplandor en el pecho. Uno siente el corazón físico muy tranquilo y también siente la glándula del timo como una radiación muy suave de energía calmante. Todos los sufrimientos internos se curan y la radiación de esta mente también afecta el vórtice de Anahata y los órganos correspondientes a ese vórtice en otros seres. El yogi se convierte primero en uno con el universo y entra en el corazón universal y, naturalmente, irradia esta calma a los demás.

En la meditación aprendemos a llevar la mente a un pequeño punto dentro de la glándula pineal, tan pequeño que se convierte en infintessimal. Todos los contenidos de la mente se llevan a este espacio sagrado y se entregan con la simple confianza de que serán recibidos. Cualquier parte fragmentada y astillada del yo que se lleve a este espacio resuena de nuevo en la vida espiritual como resplandor. Este flujo de pensamiento desde la mente finita hacia la conciencia infinita hace que uno sea cada vez más consciente y que uno se convierta realmente en la conciencia testigo. La mente se pierde en la esencia. La conciencia no es una acción de la mente, sino más bien la esencia de la misma. La mente toma la ideación de la conciencia pura e infinita y realmente se convierte en conciencia pura e infinita. Me convierto en nada y no deseo nada cuando el ser Infito toma esta mente de vuelta a su esencia. Dejo que se preocupe por quién soy y qué haré en este mundo. Todas las penas de la vida que se reconcilian claramente con el infinito ya no lo atan a uno y la alegría comienza a surgir de todos esos lugares antes oscuros. La unión de la mente con el infinito no es un mero concepto filosófico, sino una experiencia vivida en el eterno ahora. La alegría y la aceptación plena de la existencia relativa son el producto final, la prueba definitiva de la evolución de nuestra mente y de nuestro yo hacia la Conciencia pura e infinita.

He conocido yogis cuyo amor universal y poder de discernimiento era tan fuerte que podían curar a otros. Su inmunidad era tan fuerte que podían asumir el peso de los demás. Fueron liberados de sus propios acciones y reacciones, que vivieron libremente unidos con el macrocosmos divino. Algunos tuvieron la capacidad de sanar otros espiritualmente, tomando las reacciones kármicos de otros en su propio mente para que otros se pueden avanzar en el camino espiritual. Aunque eran santos y tenían mucha gracia espiritual acompañándolos, tuvieron que pagar las deudas igual como si fueron sus propios deudas. La acción y la reacción son fuerzas mecánicas que ni dios se puede cambiar. Dios solo nos guía como salir de nuestra red de karma y si dios mismo tomaría forma humana para expiar nuestras reacciones en sí mismo, entonces tendría que pagar la deuda en la carne y sangre también. Mis amigos yogis sufrieron mucho haciendo eso. De hecho, sacrificaron sus vidas para que otros podrían salir de la oscuridad. Algunos eran más fuertes y capaces de mover más personas mientras que otros solo podrían ayudar a pocas personas, pero lo hicieron con una fuerza más allá de la mente personal, o microcósmico. Tuvieron la gracia para entender y usar las fuerzas de la mente macrocósmico. Sin embargo, todos sufrieron personalmente en este proceso aunque tuvieron la fuerza y perspectiva espiritual de aguantar el dolor, no caer, y realmente digerir y trasmutar lo que tomaron de los demás. Viviendo y estudiando con ellos vi esa dinámica de cerca y les preguntaba muchas cosas. Mi primer libro, Un Nombre Para El Infinito, fue un intento de explicar las dinámicas de la mente desde este punto de vista, aunque abstraído del contexto personal e explicado con el formato teorético de la psicología de tantra yoga. Intenté quitar mis opiniones y experiencias personales del escrito y enfocar en los procesos psicológicos y espirituales de la mente. Mi propósito fue dar una mapa al alma y la mente para ayudar a otros entender sus patrones de la acción y la reacción, o karma y samskara. Mi segundo libro, Microvita Y Tantra Maya, fue más personal, en primera persona, escribiendo de experiencias personales y opiniones. Mi tercer libro, Tantra De La Luz Y La Oscuridad, es sobre mis amigos y maestros y la tragedia que pasó cuando se murieron y su sociedad espiritual se perdió su influencia benévola.

Cuando uno empieza a meditar sinceramente y siente que la vida está profundamente llena de sentido, comprende que la vida es un proceso de liberación de las ataduras emocionales y cognitivas. El individuo es, en última instancia, responsable de todo lo que sucede y sus actitudes y condiciones internas determinan lo que ocurre en la vida. Ya no es posible culpar a nadie ni a nada de nuestro estado existencial y espiritual cuando uno empieza a comprender la ley de acción y reacción. En lugar de eso, uno es responsable de todas sus acciones pasadas y de las consecuencias futuras de esas acciones, y se resigna a esta ley universal. Sólo entonces puede haber libertad, libertad del pasado y libertad para actuar en el futuro sin que las turbias perturbaciones de los complejos y miedos del pasado distorsionen las acciones que generan reacciones negativas. Todas las personas espirituales que conozco de todos los ámbitos de la vida están en el camino de esta realización, sean cuales sean sus filosofías. La verdadera espiritualidad le conecta a uno con la esencia de la vida y las leyes espirituales subyacentes que gobiernan la existencia humana y las personas que están alineadas con la esencia de sus vidas siempre descubrirán leyes universales más profundas.

Si esta comprensión de la autorresponsabilidad se hace realidad una vez que uno ha madurado espiritualmente, ¿no significa también que la ley de acción y reacción también estaba activa antes de que uno fuera consciente de ello? Todo el sufrimiento pasado, el caos interior y el desorden de la vida no son casualidades, sino reacciones a nuestras acciones anteriores. Es una idea terriblemente pesada. A menudo pensamos en las personas como víctimas que han sido tratadas injustamente en un mundo injusto en el que no existe un verdadero sentido del orden y la justicia. Y cuando se presenta la idea de que las personas son responsables de su propio sufrimiento suena muy cruel, como los conservadores y los racistas que no sienten la responsabilidad de mejorar la vida de los menos afortunados. No digo que la ley del karma deba hacer que uno sea pasivo e insensible al sufrimiento de los demás porque “se lo merecen, kármicamente”. Más bien se trata de señalar que, al intentar ayudar a otras personas, es importante comprender que una parte de su ser está profundamente ligada a su sufrimiento e intentar liberarla es enredarse con algo mucho más complejo que una historia personal difícil o unas trágicas injusticias sociales que le perjudican a uno e inhiben su crecimiento personal. También está el patrón mental que uno lleva a estas situaciones, ciertas actitudes y fuerzas mentales cargadas que resuenan con estas circunstancias individuales y sociales. Algún patrón mental autodestructivo “a priori” acompaña a sus experiencias vividas, predisponiéndoles a cierto sufrimiento en la vida.

Enseñar meditación para mí siempre fue una gran alegría, aunque muy difícil a veces. Algunas personas sólo necesitaban un poco de instrucción y orientación y avanzaban muy bien por su propia disciplina e inspiración. Los buenos resultados de un poco de disciplina les inspiraban a seguir adelante en su práctica espiritual. Tener la perspectiva de permanecer en el estado de conciencia “testigo”, como aprendieron en la meditación, les ayudó a comprender los choques que la vida inevitablemente les depararía. Podían ver el significado más profundo de una situación y la lección que había que aprender porque eran capaces de permanecer en un centro de calma y este estado de calma siempre guiaba a uno intuitivamente a través de una situación. Y con cada choque hay una mayor cohesión en la mente interior y una comprensión de las leyes de la mente y el espíritu. Todo el mundo se atasca de vez en cuando, pero un buen meditador suele encontrar las respuestas que necesita en su meditación, pero también asociándose con personas afines en un camino similar. Todos somos mucho más parecidos que diferentes y las personas con un poco más de experiencia y tiempo en el camino espiritual pueden compartir sus experiencias con los demás para ayudarles a avanzar.

Enseñar a personas que ya están en el proceso de “autorrealización” es demasiado fácil. Asumen sus propias cargas existenciales. Sin embargo, no muchas personas avanzan tan fácilmente. La mayoría lleva más carga y esto siempre supone más trabajo para el maestro. Mucha gente necesita ayuda y busca alivio para sus males existenciales, pero no todo el mundo está preparado para profundizar en sí mismo a través del tantra yoga u otros enfoques realmente fuertes de meditación y disciplina espiritual. Esto sólo es posible combinando muchas técnicas de psicoterapia junto con las prácticas espirituales. Algunas personas pueden necesitar algo parecido a la terapia, otras sólo necesitan hablar y abordar sus problemas con un guía de confianza, mientras que otras sólo necesitan inspirarse con algunas buenas ideas. Cuando se está en una sociedad espiritual, es importante que haya una cultura de la espiritualidad al alcance de todos, con suficientes herramientas emocionales e intelectuales para la comunidad.

Por desgracia, aquí es donde las cosas se ponen muy difíciles y donde tantas sociedades espirituales acaban convirtiéndose en religiones o sectas. En lugar de contar con técnicas eficaces de práctica espiritual, se introducen ideas de inclusión y privilegio para los que están dentro. Siguen a algún líder carismático y, en lugar de hacer realmente su propio trabajo interior, se refugian en el prestigio del maestro o de su grupo. Puede que aprendan la jerga espiritual y la repitan como loros mientras intentan impresionar a los recién llegados. En este caso, simplemente se desarrollan los mismos prejuicios de la vida social mundana que hacen que el ego se sienta superior o empoderado. El sentimiento subyacente de inferioridad se encubre con el engrandecimiento propio, pero estos complejos nunca se transmutan realmente. Con el tiempo, todas estas máscaras caerán y uno se quedará aún más perdido y confuso.

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Después de publicar mis escritos sobre la guerra contra el narco, más gente quiso entrar en contacto conmigo. Yo era un ermitaño que apenas salía del desierto. Estaba trabajando con una curandera indígena que se veía a sí misma como mi manager y estaba celosa de cualquiera que se acercara a mí, gente que se convertía en mis alumnos y amigos. Aunque es una sanadora bastante intuitiva y eficaz, sus inseguridades emocionales finalmente se apoderaron de ella.

Mi amiga era un líder muy influyente entre los zapatistas. Estaba profundamente angustiada por la conducta sexual inapropiada de los líderes masculinos del movimiento, concretamente los del Subcomandante Marcos. Comenzó a tener profundos resentimientos hacia los hombres, especialmente aquellos en situaciones de poder que tenían cualidades atractivas.

Además, la situación con su sociedad de yoga empezó a decaer rápidamente. Yo había dejado esa sociedad hace mucho tiempo pero ella todavía tenía algunas asociaciones con ellos. Todo lo que encontrábamos eran escándalos criminales y sexuales. Ella se enfurecía por ello y a menudo su rabia se trasladaba a mí, y tal vez incluso a todos los hombres. Cada vez que se enteraba de estos escándalos monásticos, yo me convertía más en concepto del playboy de su mente. Más tarde, cuando empezamos a enfrentar escándalos homosexuales con los monjes, perdió realmente el control. Nunca antes había expresado odio hacia los gays, pero más tarde empezó a ver homosexuales en cada esquina y a mirarlos con odio.

Con el tiempo empezó a decirme que un grupo de estudiantes que son médicos que ayudan a las comunidades rurales de Chiapas eran en realidad una banda de pervertidos sexuales y que básicamente se comportaban como un grupo de senadores romanos en togas. Este fue su esfuerzo para que yo los despreciara. Me costaba creerlo. Más tarde, empezó a acusarme de perversiones y a decir que intentaba manipular sexualmente a la gente. Sin embargo, al mismo tiempo iba por ahí alabándome y diciéndole a la gente que yo soy la encarnación de Quetzalcoatl.

Puedo simpatizar con su enojo hacia el machismo dentro y fuera de su sociedad de yoga. A mí también me provocó mucha repulsión. La repulsión es una tendencia sutil (en el nivel de Vishuddha). Esencialmente, es una protección del discernimiento (Viveka) y mantiene alejadas las expresiones dañinas. Puede haber motivos morales para sentir repulsión hacia actividades inmorales que realmente causan daño a las personas, pero hay que tener cuidado de no caer en el odio. Entonces, el elevado sentido de la moralidad de uno puede convertirse en una expresión de inmoralidad si uno comienza a juzgar y calumniar a otras personas. Una vez que el odio se ha apoderado de la mente, entran el miedo y la paranoia. Mantener ideas y emociones tan negativas en la mente en realidad hace que la mente resuene con estas energías. La mente tiene la cualidad peculiar de volverse uno con sus objetos de apego. La misma negatividad a la que uno se apega se vuelve parte de la propia mente.

Debido a ello, me vi obligado a intentar comprender algo a lo que no había dedicado mucho esfuerzo. También yo veía muchas de las expresiones homosexuales como algo realmente desequilibrado, sin embargo, realmente no las veía tan diferentes de la hipersexualidad heterosexual en forma de “amor libre” y relaciones sexuales abiertas. Ya sean heterosexuales u homosexuales, estas indulgencias sexuales siempre crean más sufrimiento que placer y causan degeneración. A diferencia de ella, yo no podía condenarlos, sino que intentaba ver su conciencia superior más allá de sus impulsos y distorsiones. Hay que comprender que nuestro mundo social es degenerado con el narcisismo, el hedonismo, el materialismo y la hipersexualidad que crean tantos complejos psicológicos. Además, vi que había homosexuales más maduros y responsables que contenían sus expresiones sexuales con otros homosexuales de una manera más responsable. ¿Cómo podría condenarlos si estos homosexuales eran aún más responsables que los heterosexuales que practicaban la hipocresía del “amor libre” y andaban por ahí dañando a los demás con sus impulsos egoístas? Pero por otro lado no puedo afirmar, como hacen algunos activistas homosexuales religiosos, que dios simplemente les hizo así. Creo que si dios hubiera creado a los homosexuales o guiado la evolución creativamente, entonces tal dios habría dado órganos más apropiados para las expresiones homosexuales, especialmente con los homosexuales masculinos que practican la sodomía. El ano es simplemente un órgano excretor que no está divinamente diseñado para una actividad sexual sana. Ciertamente creo que la compasión divina es para todos y que dios no juzga a nadie por nada, pero que la homosexualidad al igual que otros ajustes y complejos mentales humanos son de nuestra propia creación, nuestra propia historia de acciones y reacciones kármicas. Dios no tiene nada que ver con la creación de la homosexualidad, pero la compasión divina puede tocar y transformar todas las partes de nuestro ser.

Además, algunos de sus seguidores tenían ciertas confusiones homosexuales. Yo los veía como heterosexuales con ligeras tendencias homosexuales. Intuitivamente, vi que sus mentes tenían algunos complejos fuertes en el segundo chakra, el svadhistana. Siempre vi que los homosexuales masculinos tenían dos propensiones muy fuertes en el svadhistana: falta de confianza y compulsión. Estos desequilibrios emocionales y energéticos distorsionan la libido del svadhistana, hacen que el flujo pránico o energético de la mente se desplace hacia abajo (hacia el primer chakra) y sobreestimulan el primer chakra creando la confusión de que el ano es una zona erógena. En el caso de las personas con ligeras tendencias homosexuales, a menudo resolvían sus tendencias homosexuales viendo estos complejos subyacentes en sus mentes con la ayuda de la meditación, los ejercicios de yoga y el estudio de la biopsicología yóguica. Ciertamente no era fácil tomar conciencia de tales tendencias inconscientes arraigadas en la base de la personalidad y fue mucho trabajo por mi parte guiarles a través del proceso, pero vi que estas personas acababan convirtiéndose en heterosexuales con relaciones sanas. Se trata de un proceso mucho más refinado que los dogmas de “Pray The Gay Away” (Rezar Para Alejar La Homosexualidad), que perjudicaban a muchas personas haciéndolas más reprimidas y culpables por una homosexualidad que nunca desaparecía o se transmutaba con éxito en heterosexualidad. Vi que muchas personas podían volverse completamente heterosexuales procesando sus complejos en el svadhistana, pero no todas.

En resumen, siempre he intentado tratar a los homosexuales como a las demás personas. Si expresan desequilibrios sexuales, intento no verlo tan diferente de los desequilibrios heterosexuales. Si son más maduros, conscientes y responsables, simplemente les recomendé la monogamia y una relación madura y compasiva, igual que a los heterosexuales.

La práctica espiritual de la meditación yóguica depende en gran medida de la comprensión de la psicología del yoga, que también incluye la biopsicología. Bio-psicología en este sentido es la comprensión de cómo la mente no material actúa en sincronía con el cuerpo material. No es sólo la comprensión abstracta de cómo la mente se conecta con las glándulas y órganos del cuerpo, sino más bien una comprensión práctica de esta ciencia con el fin de traer tranquilidad a la mente. Para calmar la mente es necesario enfrentarse a los propios complejos biopsicológicos, las pulsiones e impulsos inconscientes que afectan a la paz mental. La meditación no es una forma de escapar de estos complejos. La meditación es la cura de todos los complejos existenciales. Al principio de este proceso, la mente trabaja más con los deseos biológicos y las cuestiones existenciales fundamentales, como la autoestima y el establecimiento de una imagen positiva de uno mismo, manteniendo la mente en un estado sano y equilibrado, lleno de propósito y significado. Sin enfrentarse a los impulsos ciegos, uno se queda atrapado en ellos y ajusta la vida según su gobierno, que al final no es más que “un manojo de deseo furioso en un animal moribundo”.

En lugar de estudiar biología o endocrinología, un yogui utiliza la mente para reflexionar conscientemente sobre el cuerpo. Los bloqueos mentales también tienen bloqueos bio-psicológicos “energéticos” que pueden ser comprendidos y también actuados por la mente contemplativa. Según la psicología del yoga, la mente utiliza el cerebro como sede y se mueve por todo el sistema nervioso central. Tiene varios nexos con el cuerpo físico en lugares donde el sistema nervioso se ramifica desde la columna vertebral para controlar las glándulas y órganos del cuerpo. Tradicionalmente, estos centros se han llamado “chakras”. Los yoguis los consideran remolinos de energía sutil que la mente concentrada puede percibir y sentir e incluso influir con el pensamiento concentrado y la imaginación. Yo prefiero llamar a estos centros “vórtices” porque la palabra chakra tiene ahora muchos dogmas de la nueva era. Escribí “Un Nombre Para El Infinito” como un intento de explicar mi comprensión de estos centros y cómo desarrollar el sistema mente-cuerpo en la práctica de la mediación yóguica.

Comprender la sexualidad es esencial para la paz mental y el desarrollo espiritual. Los asuntos psicológicos humanos están enraizados en nuestra relación con otras personas y buscamos tener relaciones más profundas con otros humanos cuanto más crecemos y nos desarrollamos. Por supuesto, cuando hay un elemento sexual en estas relaciones, se vuelven aún más complejas.

La biología moderna ha desarrollado una comprensión de los efectos de la testosterona en el desarrollo del cerebro. No sólo es responsable de los deseos sexuales, sino que también está relacionada con la agresividad. La psicología del yoga también lo reconoce, pero además propone que un segundo “chakra” o vórtice “svadhistana” equilibrado (que corresponde a los órganos genitales) también ayuda a desarrollar las bases de la confianza en uno mismo y la racionalidad. Un segundo vórtice equilibrado (svadhistana significa auto-establecimiento) expresa una sexualidad equilibrada y con la auto-confianza y la racionalidad establecidas dentro de la personalidad hay menos necesidad del mecanismo de auto-defensa de la agresión. Un segundo chakra desequilibrado se fija en la sexualidad con todo tipo de complejos psicológicos que impulsan el comportamiento sexual. A veces las personas utilizan el sexo para cubrir inseguridades o expresar agresividad y dominación, mientras que otras ignoran otros placeres y se entregan a la sexualidad como si fuera el único deseo verdadero de la vida. El segundo chakra desequilibrado es la raíz del machismo o masculinidad tóxica. Sólo los humanos que hacen el trabajo de una profunda autorreflexión y asumen la responsabilidad moral de sus impulsos ciegos pueden hacer algún avance espiritual. La razón por la que la espiritualidad es tan rara en el planeta es porque la mayoría de la gente aún no ha resuelto sus problemas sexuales fundamentales y de confianza en sí misma.

Ya escribí “Un Nombre Para El Infinito” como estructura teórica. Cuando pienso en esa vieja obra, a menudo relaciono esas ideas con la vida que he vivido y las personas que he conocido desde entonces. Un amigo me sugirió una vez que escribiera un comentario práctico para esta obra teórica. ¿Quizá sea éste el comienzo de la obra?

Revisar el segundo vórtice o “svadhistana” me recuerda cómo una vez conocí a uno de los seguidores de esa curandera, un joven educado que pensaba que a mi burro castrado que aún perseguía a las burras le podría haber crecido milagrosamente un nuevo par. Tenía calificaciones muy altas cuando estaba en el instituto y por eso pensé que estaba bromeando, pero en realidad se lo creyó. Le dije que examinara a la burra y viera si encontraba la nueva pareja. Obviamente, no pudo, pero dijo que quizás algunos trozos de sus testículos se mantenían dentro. Le dije burlonamente que quizás originalmente tenía realmente tres joyas y el veterinario con sus ideas preconcebidas sólo le quitó dos y en realidad le quedó una para seguir alimentando esos deseos salvajes del burro. Dijo que “tal vez”. Tal era su desesperación por afirmar su creencia en alguna realidad trascendental donde los milagros son posibles. Era un joven atractivo con una personalidad adorable, pero luchaba por encontrar una novia. Yo sabía que tenía anhelos románticos, pero algo dentro de él se cerraba o tenía miedo de expresarse y de expresar sus sentimientos hacia las mujeres.

Siempre sospeché que sus problemas estaban relacionados con lo que Sigmund Freud llamaba “ansiedad de castración”, la ansiedad y el miedo a lo que le ocurriría si se volvía vulnerable y dejaba que su parte interior se expresara de alguna forma. La castración simboliza la imposibilidad de expresar plenamente los deseos por miedo al rechazo. Creo que sus ideas fantasiosas estaban alimentadas por sus represiones sexuales. Algunas personas pensaban que era un homosexual encubierto. Alguna necesidad muy potente y válida dentro de él necesitaba madurar para liberar su mente de esta tensión, de modo que su racionalidad pudiera desarrollarse más completamente para que la cabeza y el corazón estuvieran igualmente equilibrados. Sus ideas descabelladas sólo se volvieron más sólidas y fundamentadas cuando encontró una compañera años más tarde. Al principio de su despertar pude ver un deseo animal despertando dentro de él y en lugar de ser tímido se volvió un poco demasiado arrogante y asertivo. El animal se estaba reconciliando con el humano. Afortunadamente, el amor estaba gobernando su desarrollo y estas expresiones parecían ser sólo un ajuste a alguna fuerza recién despertada dentro de él.

La gente tiene tantos deseos con prejuicios y concepciones preconcebidas y busca que fuentes externas los afirmen, ya sean ovnis, teorías conspirativas o alguien que cree en casos de Los Expedientes X de milagroso rebrote de testículos de burro. Con la irracionalidad, la mente intenta desesperadamente imponer algún tipo de orden significativo sobre el caos interior de la incertidumbre y la duda. Cualquier cosa que contradiga estos prejuicios es simplemente ignorada. A veces son casos risibles y parecen inocentes e inofensivos. Pero, ¿qué ocurre cuando este sesgo fantasioso se traslada a otros aspectos de la existencia, a las propias creencias religiosas o políticas, motivando a uno a unirse detrás de algún político, creer en teorías conspirativas o afirmar la creencia en algún dios y las escrituras? Aquí es donde la comedia se convierte en tragedia y donde la psicología profunda es necesaria como herramienta para ayudar a la humanidad a descubrir qué fuerzas guían realmente nuestras mentes.

¿Está la misma estructura de creencia irracional detrás de votar o de la asistencia a la iglesia? La diferencia es sólo de grado y no de especie. La gente de la secta Heaven’s Gate eran todos programadores informáticos bien educados. Podían realizar complejas actividades cognitivas lógicas manteniendo sistemas informáticos y, al mismo tiempo, seguir a un gurú chiflado que les convencía para que se castraran y cometieran un suicidio colectivo antes de ser transportados a un cometa pasajero. Sospecho que incluso los sistemas de creencias más elaborados tienen algo de este elemento de fantasía sesgada en uno u otro grado y que sólo la inseguridad existencial y la falta de confianza en uno mismo (una confianza castrada) los mantienen. Y durante tanto tiempo mantenemos encendida la llama de la esperanza a través de todos los escándalos y contradicciones que surgen de estas proyecciones biopsicológicas.

Una vez hubo una mujer joven con SIDA. Estuvo en la clínica durante unos días y se relacionó con nosotros. Se comportaba como una perfecta dama conmigo. Cerca de ella me sentí muy pesada y sucia dentro de mi mente, como si hubiera estado viviendo una vida totalmente diferente a la mía. La joven empezó a sentirse mejor y creyó que yo la estaba ayudando. Yo, personalmente, tuve muy poca interacción con ella, pero mi amiga la sanadora le dijo que era yo quien la estaba ayudando. Más tarde, se curó y empezó a cambiar su estilo de vida. En otras ocasiones había otras jóvenes con problemas emocionales y sexuales que afectaban a sus órganos internos femeninos. Era muy extraño e interesante ver el interior de sus mentes, resonar con órganos que yo no tengo. De nuevo, me sentí un poco pesada durante unos días, pero estas personas siempre se curaron y cambiaron sus vidas. Apenas interactuaba con estas personas porque el trabajo era muy pesado y sabía que tenían mucha gratitud y podían proyectar mucha transferencia emocional hacia mí. Al principio, la curandera siempre decía que yo estaba haciendo el trabajo del gurú y que incluso era la encarnación de Quetzalcóatl. Más tarde, se ponía celosa del respeto de la gente hacia mí y decía que yo no era Quetzalcoatal, sino como una Casanova, y decía que en lugar de curar sus órganos internos, en realidad estaba manipulando sus órganos femeninos externos.

Hay muchos poderes ocultos en el camino de la evolución mental-espiritual, y también muchos peligros ocultos. A veces, cuando un aspirante espiritual tiene una mente potente y una personalidad honesta es puesto a prueba con un poco de poder oculto. Debido a que la verdad puede ser vista un poco más claramente a través de una mente desarrollada a tal mente desarrollada se le da la capacidad de ver aún más verdad. Tal vez comiencen a ver el futuro de las personas o vean dentro del sufrimiento de sus mentes y tengan la capacidad incluso de curar a otros. Inicialmente esta dotación de fuerza mental por el macrocosmos es por el bien de la evolución individual y colectiva. Cuanto más se avanza en el camino espiritual, más sacrificio personal se requiere. Realmente, no es sacrificio cuando queda poco deseo egoísta y se busca verdaderamente el bienestar de los demás. Sin embargo, ningún proceso evolutivo es totalmente completo y siempre hay que luchar para eliminar las limitaciones. Si durante el desarrollo de los poderes psíquicos todavía queda algún deseo egocéntrico, entonces estos poderes pueden convertirse en un obstáculo muy peligroso e incluso en una causa de caída espiritual.

Mi amiga se metió en problemas cuando se convirtió en canalizadora. Su información era siempre sorprendentemente precisa. Podía conocer detalles secretos de la vida privada de sus pacientes. Una y otra vez daba en el clavo. Creo que esto le funcionó cuando sólo canalizaba una microvita fuerte, o fuerza espiritual desencarnada. Sin embargo, con el tiempo empezó a canalizar otras fuerzas. Al mismo tiempo, se hizo más famosa y su ego se volvió demasiado poderoso e imperioso. Poco a poco, empezó a perder su poder y su equilibrio mental, una forma de esquizofrenia psíquica como la de un mago atrapado en una torre. Afortunadamente, perdió su poder antes de perder por completo la razón. Es una bendición que el Macrocosmos arrebate el poder oculto a las personas cuando hacen un mal uso de él.

Empecé a aprender de microvita, o la fuerza espiritual desencarnada, con Chidghananda mientras que yo estudiaba en la india. En el proceso de curación, uno puede conectarse con cierta microvita para obtener información sobre cómo curar otra mente. Esta información y fuerza espiritual es útil porque los patrones mentales distorsionados que crean enfermedades físicas no afectan al sanador. Esto no es lo mismo que canalizar. La canalización es cuando uno abre la mente como un vehículo para la fuerza descarnada y la voluntad de uno se suspende mientras la voluntad de la microvita toma el control temporal de la mente y el cuerpo. La canalización es siempre un proceso de curación peligroso e inferior que eventualmente crea desequilibrios mentales. Un sanador fuerte no sucumbe a la “posesión” de la fuerza espiritual que ayuda en el proceso, ni el sanador fuerte sucumbe a los patrones mentales que crean enfermedades en la mente del que está siendo sanado. En cambio, un sanador espiritual se conecta con la información y la fuerza de la microvita para usarla en el proceso de curación. Este uso apropiado de la fuerza espiritual ayuda a disminuir la influencia de los patrones negativos de la mente que se cura sobre la mente del sanador.

La curación espiritual y el trabajo con microvita no es tan diferente en principio que el liderazgo en el mundo social mundano. Un líder debe ser abierto y receptivo a sus subordinados. Uno debe ser comprensivo y tener en cuenta todas las opiniones. Sin embargo, un líder debe tener la fuerza para tomar decisiones basadas en un mayor discernimiento y visión que, si bien es considerado con todas las opiniones, debe tener la fuerza para decidir y anular objetivos divergentes cuando llegue el momento decisivo. Un líder débil puede estar demasiado influenciado por todas las voces que escucha y no puede tomar decisiones claras porque quiere complacer a todos y no tiene una resolución firme. Del mismo modo, un sanador débil puede ser vencido por las influencias de los patrones mentales enfermos y puede enfermarse al tratar de transmutar los. El sanador débil también puede invocar una fuerza desencarnada o microvita para hacer el trabajo de curación a través de su propia mente y cuerpo. Ramakrishna hizo una analogía muy relevante al referirse a un gurú débil como una pequeña serpiente que intenta tragarse un pez pero no puede y tanto la serpiente como el pez están atrapados en un proceso de sufrimiento. La serpiente no puede tragar y el pez permanece retorciéndose en sus fauces. Un gurú fuerte es aquel que puede tragárselo de una mordida.