Extracto de Un Nombre Para El Infinito

 

A lo largo de la historia, nunca ha habido ni habrá un objeto de inspiración más grande que el poder situar la esencia del alma humana en el Ser Infinito. Esta idea ha sido una semilla de pensamiento que ha recurrido dentro de la filosofía perenne y que seguirá brotando donde quiera que haya corazones nobles y mentes vastas que busquen amar y entender los aspectos más profundos de nuestro ser y existencia. Los grandes sabios de todas las épocas y culturas han proclamado esta gran verdad: que la fuente más profunda de la existencia del ser humano se encuentra en la unión con la Conciencia Suprema. La universalidad de esta idea cardinal no se halla en la transmisión cultural de algún gran profeta a su descendencia, ni se debe a la influencia que hayan podido ejercer  algunas culturas sobre otras. Su universalidad representa la aspiración innata del hombre a la comprensión espiritual de su propia naturaleza.  
    
El espíritu fundamental de este libro es intentar entender los procesos psicológicos y espirituales involucrados en la comprensión del Infinito. La explicación de estos procesos se hará dentro del marco teórico y práctico de la ciencia intuitiva del Tantra.  En lugar de ser un sistema religioso o filosófico de pensamiento, el Tantra es una ciencia experimental e intuitiva que se basa en la práctica espiritual o sadhana. La teoría explica el ¨¿cómo?¨ y el ¨¿por qué?¨ y es verificada por la propia experiencia a través de la introspección intuitiva de la sadhana. La intuición y el empirismo no son ideas separadas en el Tantra. Sólo porque algo es experimentado en los niveles internos de la mente, no quiere decir que no es una "experiencia práctica". Los mayores descubrimientos humanos han sido siempre intuitivos, incluso las realizaciones intelectuales y científicas. La práctica y la perspectiva del Tantra abarcan no sólo los planos espirituales e internos de la existencia, sino el intelectual, el emocional y fisiológico. La explicación de los procesos mentales y espirituales que participan en la búsqueda de nuestra auto-realización debe examinar todo el espectro de la conciencia humana desde el "simiano” hasta el “seráfico". Uno tiene  que explorar y entender todos los modos de pensamiento y las expresiones de sentimiento que influyen en el alma. También es necesario entender cómo uno cambia y evoluciona de una etapa de pensar y de sentir hacia la siguiente.  Lo más importante es que la sadhana del Tantra es la búsqueda para liberar la mente de los complejos y cadenas que la unen a las identificaciones limitadas, que nublan nuestro pensamiento y estrechan nuestro sentimiento. La comprensión intuitiva da la libertad mental, la paz y la pureza. Con la intuición, el resplandor de la consciencia eterna interior se convierte en algo simple y evidente en la vida práctica.
Hacer realidad una filosofía espiritual y una visión del mundo que comprenda nuestra naturaleza en su conjunto puede parecer especialmente difícil en una época donde el conocimiento científico, empírico, está tan especializado y compartimentado. Las disciplinas científicas modernas están muy fragmentadas y aisladas de las otras disciplinas dentro de su amplia familia. Y la ciencia parece no ver otra alternativa que fragmentar y aislar con el fin de llegar a la precisión y la exactitud.
    
Tantra significa literalmente expansión de la crudeza, de la contracción. Es un proceso para transformar el instinto en intelecto, y además transformar el intelecto en intuición, donde la cabeza y el corazón están perfectamente equilibrados. La singularidad del enfoque tántrico es que la práctica espiritual y la realización espiritual siguen ciertas leyes psíquicas y espirituales que están ocultas en la naturaleza sutil de la mente. Hay dinámicas mentales y leyes que funcionan tan claramente como las funciones de la fuerza de gravedad en el mundo físico, por ejemplo. Este conocimiento sutil se descubre a través de las pruebas de la práctica espiritual, de experimentación interna en el laboratorio mental. Aurobindo denomina este proceso "empirismo místico."
A menudo se piensa que un enfoque científico para el conocimiento es la antítesis de un medio espiritual e intuitivo para el conocimiento superior. Y sin duda hay buena razón para esto. Uno tiene solamente que mirar a la historia intelectual y cultural de todos los conflictos de la fe contra la razón. Uno puede ver las disparidades actuales entre el conocimiento del mundo físico en oposición a los conocimientos de las esferas mentales y espirituales. La ciencia puede explicar racionalmente nuestro mundo físico en cierta medida. Sin embargo, es muy raro encontrar a personas o instituciones que pueden explicar las capas espirituales y psicológicas profundas de nuestro ser de una manera racional, lúcida y metódica. La mayor parte del tiempo la espiritualidad es vista como el dogma religioso y los sistemas de creencias convencionales, en vez de ser vista como una ciencia práctica. Una de las más grandes luchas que la cultura humana enfrenta hoy en día es la conciliación de la visión científica del mundo con una visión del mundo espiritual moderna y racional.

Esta síntesis del enfoque espiritual y científico es posible sin debilitar una perspectiva espiritual integrada, holística, con la tiranía del materialismo científico y el reduccionismo. Lo que se necesita es una filosofía que reconozca la unidad trascendental detrás del fenómeno cambiante y efímero de la naturaleza y, al mismo tiempo, que reconozca la creación desde una perspectiva del intelecto espiritual más elevado, benevolente y refinado.  Se trata de un intelecto tan alto, que conciba la esencia de las cosas mientras que al mismo tiempo demarque "conceptos fuertemente delineados", como lo dice Steiner. Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que ni siquiera la caída de un gorrión puede suceder sin la voluntad cósmica, así como también saber la causa esotérica oculta de este fenómeno. Debemos percibir y concebir los mecanismos sutiles que dan lugar a la manifestación de la voluntad cósmica.

Para una mente orientada espiritualmente no hay fin a la capacidad de entender este universo. De acuerdo con la teoría tántrica, podemos entender y conceptualizar todo en esta creación, ya sea materia cruda o mente sutil. La única limitación a nuestro conocimiento está en la definición de nuestra conciencia más interna. ¨Conciencia¨ aquí no se refiere al uso común de la palabra, a las perspectivas y la idiosincrasia de un individuo en particular. La Conciencia es más bien el testimonio fundamental, es el centro de la identidad, una ¨Subjetividad Suprema.¨ Todos las cualidades personales, experiencias, sentimientos y el intelecto, no son sino rayos derivados del centro de la Conciencia Suprema. Todo lo que existe es visto por la Conciencia Suprema. No hay ninguna existencia afuera de esto, sólo la ilusión de nuestra separación. Nuestra subjetividad más profunda o sentido de uno mismo es, en esencia, la presencia inmediata, interna de la Conciencia Suprema. Los Upanishads se preguntan, "¿Cómo conocer al Conocedor?" El testigo de la Conciencia Suprema ve a todas las mentes y los corazones desde su estado de conciencia pura, subjetiva, y no puede convertirse en un objeto, incluso para el intelecto más refinado. La única manera de conocer a la Consciencia Suprema es unirse con ella, fundirse en ella para discernir su realidad dentro de la intuición interna del "Yo existo" y conocer y sentir que eres ella. Esta visión  consciente,  intuitiva, refinada es la esencia del misticismo. Este es el conocimiento y la realización espiritual más alta en el Tantra: estar y vivir en unión con la Conciencia Suprema.
Y ¿qué pasa con las etapas a lo largo del viaje? ¿Hay reinos del ser en-entre el mundo físico relativo y lo Absoluto? ¿Hay simplemente el nombre y la forma aquí y el anonimato y la no forma allá? ¿O es que la vida espiritual y contemplativa se vuelve tan nebulosa y abstrusa que abandonamos totalmente nuestro intelecto y el lenguaje cuando las cosas se vuelven sutiles? ¿Y qué hay de las pasiones y los sentimientos? ¿Cuál es su lugar y propósito en la existencia? Un panorama verdaderamente espiritual debe tener el alcance de la comprensión de la gama de los sentimientos, desde la más vil de las pasiones hasta el más noble de los sentimientos humanos.  
En los tiempos en que vivimos, el equilibrio psicológico y un significado profundo de la vida son bastante raros. Más raro es encontrar una chispa de conciencia cósmica presente en la vida de uno. Las masas de la humanidad se están moviendo hacia la auto-alienación como peones sin sentido en un sistema materialista degenerado, con poca o ninguna consideración por los esfuerzos humanistas y espirituales. No es de extrañar que tantas vidas se rijan por el miedo, el resentimiento, la inseguridad, la ambición y la vanidad, cuando hay tan pocos canales saludables para la expresión humana. Cuando una persona sincera  intenta abrir el corazón y la mente, encuentra tanto conflicto interno y confusión, que la tentación de unirse a la consciencia de la manada es casi irresistible. Uno no encuentra la conciencia dichosa interior, sino más bien un atolladero de dudas, miedos y complejos reprimidos.

Sin embargo, tenemos que encontrar una solución como individuos y como sociedad humana unida. No hay que dar paso al miedo y la apatía, ni a la represión de lo que es verdadero y puro en nuestra naturaleza. La filosofía y la práctica del Tantra nos pueden dar un profundo entendimiento de la totalidad de las necesidades existenciales y emocionales de la mente, de manera que es posible entenderlas y sanarlas. Con la integración de las limitaciones psicológicas uno puede progresar hacia adelante, hacia las capas intuitivas más profundas de la mente, hasta que uno finalmente comprende el núcleo de la conciencia y el propósito de la vida. Encontrar esta gran consciencia interna nos libera del  sufrimiento y nos muestra el camino a la libertad. Esta mirada hacia adentro es un sentimiento de alegría eterna, de saber más allá de toda duda que la consciencia interna, simple, siempre ha sido libre. Nuestra verdadera esencia es la bienaventuranza.
La Conciencia Suprema es el Ser, el sujeto y el testigo de todas las cosas creadas - la mente, el cuerpo, y el universo entero. Este ser puro, dichoso, se unifica tan esencialmente y tan cerca de nosotros, que la mente mundana ni siquiera puede captarlo. El misticismo es el proceso de revelar lo que hay dentro y está oculto. Esta unión mística es posible a través de la ciencia de la práctica espiritual. Mediante el cultivo de nuestra unidad interna con la Conciencia infinita, todo nuestro ser veredero puede ser contemplado desde este lugar de bienaventuranza.
    
A través de nuestra unión con la fuente del conocimiento infinito, el ingenio y la creatividad, todo puede ser entendido. Dentro de la mente universal está la perspicacia intuitiva para penetrar en los secretos del cielo, los mundos sutiles, o reinos divinos. Se pueden entender todas las cosas, incluido uno mismo, hasta el punto en que uno se pregunta "¿de dónde he venido? ¿cuál es mi fuente?" Los Vedas incluso mencionan que ni siquiera Brahma, el Creador, sabe su origen. Sólo cuando la mente intenta comprender lo insondable es que en última instancia es derrotada, pero derrotada en la bienaventuranza. Como una flecha en su objetivo, la mente se pierde en Brahma. La mente se disuelve en su esencia y origen con esta investigación final. "La única manera de conocer a Brahma es llegando a ser Brahma."
Esta comprensión nos lleva a un equilibrio fino entre el enfoque intuitivo del misticismo oriental y el dinamismo de la inteligencia occidental. En un extremo está la trascendencia completa de la mente, el mundo, y el cuerpo: en el otro, la reducción de todas las cosas hacia lo material. Así que el contemplador moderno debe poder pisar el suelo insondable de la divinidad, de lo absoluto, o Brahma. Al mismo tiempo, es necesario mantener la intuición tan aguda que pueda comprender plenamente todos los procesos espirituales y psicológicos a lo largo de nuestro viaje a través de los mundos físicos, psíquicos y espirituales. Con este equilibrio armonioso entre las esferas interiores (subjetivas) y exteriores (objetivas), la persona alcanza  su propia emancipación a través la realización del Ser Infinito dentro de su propia existencia. Esta toma de conciencia cultiva la humanidad más profunda y da la sabiduría y la compasión para cuidar y promover el progreso de toda la creación.




Extracto de Un Nombre Para El Infinito